Creo que suena exagerado decir que la belleza cuesta lágrimas de conejo, pero es verdad. Miles de animales son sometidos a crueles pruebas en laboratorios alrededor del mundo, con el fin de que nosotros podamos usar un shampoo que no nos saque lágrimas.
Sin embargo, se puede lograr probar que un producto de belleza es 100% confiable, sin tener que experimentar con animales. El problema está es que la experimentación con animales es un proceso barato y muchas marcas prefieren ahorrar que proteger a los animalitos.
Las pruebas a las que son sometidos buscan comprobar la toxicicidad del producto, si tiene reacciones en la piel o irritación en los ojos. Los resultados en los animales son deplorables, muchas veces se tienen que sacrificar, debido al daño que les hacen. Por respeto, me niego a compartir estas imágenes, pero es algo que da mucho coraje y que a veces no tenemos en cuenta a la hora de comprar.
Nosotros como consumidores somos los que tenemos el poder de decirles a estas marcas que dejen de realizar estos experimentos. ¿Cómo? Asegurándonos de que el producto que compramos contenga la leyenda "No probado en animales", no nos toma más de 10 minutos y generalmente son productos de muy buena calidad.
PETA ha elaborado dos listados, el de marcas que experimentan con animales y el de marcas que NO experimentan con animales.Es triste ver como muchas marcas de renombre (y que solían ser de mis favoritas) siguen realizando este método tan cruel.
Por último, les comparto unas imágenes de una chica londinense que en protesta a la experimentación animal, se sometió a estas horribles pruebas de laboratorio en una plaza pública.Y es que si nos da coraje verlo en un humano, porqué debemos dejar que les suceda a los animales.
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